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Después de haber visto está película, vuelvo a considerar que George Clooney sigue siendo ese personaje del nespresso sobrevalorado por la crítica y el público. Está vez una semi desconocida Anna Kendrick le deja K.O. completamente, y por eso mismo fue nominada al premio de la academia. Una nominación que por supuesto, no veo venir a cuento para una película totalmente simple y sin profundidad en los personajes.
No es una obra maestra, ni tampoco una película para recordar pese a sus nominaciones al Oscar (pero son cosas que ocurren).
La aparición, y relación de Vera Farmiga con Clooney, es la poca chicha que puede encontrarse a lo largo de una deprimente historia, en la que Clooney es el cabron más grande del mundo y no porque él quiera, sino porque su trabajo es así, y mantener esa sangre fría durante tantos años impide expresar sus sentimientos, cosa que nota el personaje de Kendrick, y evita acabar igual.
Sin duda, mi único motivo porque he visto está obra cinematográfica, ha sido por ella, por Anna Kendrick. Maravillosa actriz.

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